Por: Lourdes Bermeo
(entíendase como columna de opinión o crónica o desliz existencial)
"Van hablar de pesca" – dijo el profesor.
¿Pesca?¿Un programa económico de pesca? En primer lugar ¿Desde cuándo sé
acerca de economía? Lo único de pesca que sé es que mi abuelo fue pescador y
que lo que ahora se sirve en mi mesa no es a causa de él, sino de mamá que
compra en el mercado de Pueblo Libre, a la señora Azucena un kilo de bonito,
cabaña o merluza.
Así que entiéndase que esta crónica o columna de opinión - como se llame-
no es más que un cuento compartido entre mi sinceridad y mi ignorancia.
Vayamos entonces de nuevo al principio: El profesor de Radio – del que no
quiero acordarme sino me da alergia - nos dejó un programa radial de economía
pesquera, yo no entendía nada, así que opté por buscar noticias – que tampoco
entendía – para hacer dicha tarea.
Fue tedioso porque tenía que hacer numerosos clics para visualizar en la
pantalla del computador la información necesaria, para ello consulté desde
Diario Gestión hasta el Trome porque había la noticia que nuestra nacional
Analí Gómez ganó el campeonato mundial de surf.
¿Qué tiene que ver eso? Claro que tiene que ver, porque tanto los peces
como Analí tienen algo en común: Se mueven en el mar.
Volvamos a la crónica. Seguía haciendo clics en el computador del trabajo y
pensaba en qué haría por sobrevivir para esa tarea, a qué entrevistado por
enlace telefónico conseguiría, a quién molestaría con mis desconocimientos.
Justo el día de la presentación de la tarea fue Pedro Franckie a mi trabajo.
Así que como él lleva el título de magister de Economía – según la pauta que me
habían dado – busque en el ordenador sobre él y me di con la sorpresa que el
año atrás había escrito una columna de opinión sobre “Pesca ilegal”. La columna
data del viernes 12 de abril del 2013 y puede visualizarse en el siguiente
enlace: http://www.laprimeraperu.pe/online/columnistas-y-colaboradores/pesca-ilegal_136030.html
Su texto es simple y convincente porque habla del extractivismo extranjero
pesquero que permite que solo el 0.4 % de la pesca de anchoveta sea para el
consumo humano mientras que el otro 1.6 % permisible para el consumo, sea
destinado a las grandes empresas de harinas de pescados que no tienen
consideración que este alimento debe estar más en las mesas de los hogares que en
los envasados exportados a extranjeros.
Lo más terrorífico de esta historia es que todo esto se desarrolla de
manera ilegal a vista y paciencia de las autoridades, las cuales dejan que el
poder fáctico de las empresas reinen en sus bolsillos y no en el bienestar del
pueblo. Por ello las empresas reportan normalmente menos producción de lo real.
Tal es así que en el 2012 – según cifras oficiales- solo se produjeron 846 mil
toneladas de harinas de pescado pero extrañamente se exportaron 473 mil
toneladas más de lo producido.
¿A qué quiero llegar con todo esto? Que Pedro Franckie tiene razón en decir
que estamos frente a fábricas harineras que depredan pescado hasta en zonas
cercanas de la Costa.
De acuerdo a Macroconsult, en dos años se duplicaron los envíos de harina
ilegal y aumentó la brecha entre pesca ilegal y legal.
Según el economista Elmer Cuba, el Decreto Supremo 005, que reordenó hace
dos años la pesca de anchoveta, afectó severamente este sector . Ya que antes
de ser aceptada la norma, la diferencia entre la exportación de harina
proveniente de pesca legal con la de pesca ilegal era de 73 mil toneladas
anuales. Sin embargo, ahora - quiere decir después de la norma- la brecha es de
163 mil toneladas.
¿Qué hacer ante esto? ¿Por qué las empresas extractivas extranjeras tienen
que apropiarse de nuestros recursos hasta el punto de “usurpar” las mesas de
nuetsros hogares?
La respuesta ante esto no es la inacción ni tampoco solo el desconcierto.
Si no en tomar conciencia de lo que perdemos ante un gobierno que se sirve a
nuestras espaldas y prepara normas que no son equidistantes con las necesidades
de su pueblo.
Está en nosotros no pervivir ante este problema sino enfrentarlo desde los
tablones de nuestras carpetas mediante discusiones versadas con nuestros
compañeros de aula hasta manifestaciones sociales donde la lucha sea una y
unificada: Defender el derecho de vivir bien con lo que tenemos y es patrimonio
de todos.
Que una tarea de economía no te perturbe, que solo la indiferencia del
Estado lo haga. Por qué hasta el ignorante debe permitirse conocer lo que le
pertenece y debe defenderlo como suyo.
Gracias profesor por la tarea y porque ahora le tengo menos alergia.
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Fuente: Macroconsult (Diario El Comercio) |